lunes, 9 de noviembre de 2015



      A simple vista tu, como cualquier otro, vería un río, un barco solitario navegando por sus aguas cual pez navega por el mar. Quizás te fijes en lo azul del cielo "tan claro y puro". Quizás tu vista sin quererlo se vaya hacia el bosque que hay al lado de la orilla o se pierda en los arboles que sumergen del agua, pero casi, casi que no te has fijado en la gente que desfila hacia el norte, ni en el aura de pesadumbre que generan sus lagrimas y sus rostros cansados. Un carro negro con caballos blancos esta en la mitad del fúnebre desfile, y en el descansa lo que una vez fue el recuerdo de la mujer mas hermosa, tan delicada como una flor y tan refrescante como una lluvia de verano.
          Nadie se esperaba que ella fuera presa del mas cruel y adverso destino, nadie se esperaba que el amor que ella mantenía en secreto por aquel hombre terminara por teñir aquel blanco clavel del mas puro rojo.
Rojo como el atardecer en un valle
Rojo como el despertar de la pasión
Rojo como un corazón que palpita por atención

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